Por su interés informativo, y de cara a que todos ustedes tengan todas las cartas sobre la mesa, pongo a su disposición una brillante entrevista que DiezMinutos ha realizado a Belén Esteban.
Belén ha vuelto a demostrar que es directa, sincera y una mujer sin dobleces capaz de superar los baches de la vida. A sus fracasos sentimentales, el más doloroso con el padre de su hija, se unen sus problemas de salud –hace poco volvió a sufrir una subida de azúcar, ya que padece diabetes–, la enfermedad de su padre, Francisco, al que adora, y la incomprensión de quienes no saben ver que ella va con el corazón por delante, lo que le ha hecho derramar muchas lágrimas. Las últimas por los rumores que aseguraban la adicción de la ex de Jesulín a ciertas sustancias. Por eso, lo primero que hizo al entrar en el plató de “Salsa rosa” el pasado sábado fue enseñar los resultados de un análisis toxicológico que daba negativo.“He traído las pruebas. Habré hecho cosas buenas y malas, pero no voy a permitir que nadie me juzgue como madre. Ante todo soy la mejor madre del mundo. Y punto”.-Hace ya cinco años que se terminó tu historia de amor.-Sí, el 22 de marzo.-Y has dicho que has estado enamorada hasta las trancas.-Sí, pero ya se acabó.-Pero si ya se acabó, ¿por qué siempre sale a relucir el torero?-Porque es el padre de mi hija. Seré una pesada pero yo, a toda España y principalmente a Jesús y a su familia, he demostrado que he estado con él por amor, que no quería absolutamente nada. ¿Por qué no puede haber una buena relación entre nosotros dos? Es que no lo entiendo. Mi hija me preocupa. Y su padre la quiere, la adora, lo sé, pero a mí me cuesta mucho trabajo educarla, porque lo tengo que hacer yo sola. Quiero que se preocupe de ella, porque no tiene sólo una hija, Julia, tiene dos. Que lo haga por las hermanas. Tenéis que ver cuando Andrea habla con Julia por teléfono, es que ella los adora. Lo que no quieren entender es que siempre accedo a lo que ellos quieren para que se vean. No hay ninguna necesidad de que nos veamos nosotros, pero Andrea sí que lo necesita.
María José Campanario en una de sus últimas apariciones.'He demostrado que he estado con Jesús por amor, que no quería nada'.
-Has sufrido un gran cambio físico, ¿es por culpa de tu enfermedad?-Son los problemas. Como bien, pero soy nerviosa. Ahora estoy más delgada porque he estado en el hospital. Me encuentro agobiada, lo de mi padre me ha afectado.-¿Esos rumores también han hecho daño a tus padres?-Claro, tampoco me habría extrañado que hubiera llamado Jesús, que no lo ha hecho, pidiéndome explicaciones. A mí me pueden hacer daño, pero a mi familia no. Y menos a mi padre, que es el hombre más importante de mi vida.-¿Cómo está tu padre?-Un poco mal. Mi padre es muy bueno. Ahora tiene un problema en el riñón. No quiere ir al hospital y yo le digo: “O vas o no ves a la nena”. ¿Sabes lo que hizo? Llorando cogió la foto de su nieta y se marchó a la clínica. -Adora a tu niña, ¿verdad?-Sí, siente adoración por mi hija y Andrea por él. Ella va al colegio con Patricia, que es mi mano derecha, mi padre y mi madre, parece una excursión. Y la profesora me ha dicho: “Belén, dígale a su padre que no se asome a la hora del recreo, que se acercan todos los niños”. Y él me dice: “Hija, es que pasaba por allí”. Está obsesionado, es que la niña es una alegría.-Tienes un buen trabajo, una hija maravillosa, unos padres que te quieren, pero te veo triste, infeliz.-No, lo que pasa es que estoy harta de aguantar el tirón y unos días estoy fuerte y otros no. Y lo de mi padre me ha afectado. ¿Crees que mi vida es agradable? Pues no. Me cambiaría por la Belén de antes, ¿por qué me hacen daño?-¿Quién te hace daño?-Los comentarios y las preguntas que me hacen. El otro día por la calle me preguntaron por la madrastra de mi hija. Andrea no tiene de eso.-¿Crees que en alguna ocasión a María José alguien le ha ido contando cosas sobre ti?-Sí, si os acordáis me llamó y me dijo: “Tenemos motivos más que suficientes para quitarte a la niña”. A mí, Jesús nunca me ha dicho nada. Bueno, tampoco es que tengamos conversaciones, llama todos los días a mi hija, pero sólo a ella.
-¿Contigo no habla nunca?-No. Y me duele porque yo soy la madre de su hija, y siempre le he llamado cuando él ha estado en el hospital. María José llamó a mi madre, pero es que ella no tiene que llamar a nadie. Jesús y yo nos hemos querido con locura, mi relación se rompió porque se metió demasiada gente y yo era joven. Pero no voy a permitirlo en esta relación en la que somos tres: Jesús, Andrea y yo, porque es mi hija y la suya. De nadie más. -¿Te refieres a María José?-Por supuesto. Siempre se ha dicho que Jesús y yo íbamos a volver. No, me planteo la vida de forma seria y él tomó la suya como quiso. Lo que pasa es que hay una cosa en medio que es muy fuerte: la niña. Yo tengo una relación con la abuela de mi hija muy buena, a su hermana la llamé hace poco porque adora a su sobrina, yo sé que ha preguntado por mí, ¿por qué Jesús no? Yo sé por qué. Porque está amargado. Ahora está agresivo, cuando estaba conmigo era simpático con todos.-¿Por qué?-Por ella, es que no tengo ningún problema en decirlo. Porque Jesús es una persona, por lo menos cuando yo lo conocí, muy buena. Creo que necesita gente que hable con él porque está solo. No quiero frivolizar con María José, lo único que digo es que Andrea ya tiene una madre, que soy yo. Él no habla conmigo, ¿por qué? Mi hija se da cuenta de todo y me dice: “Jo, mamá, Julia siempre está con papá”. El otro día se le reventó el oído a la niña, llamé a Jesús y me dijo: “Es que he tenido que llevar a Julia al médico”. Es que nunca viene, ¿por qué no quiere verme? Pues que no me vea. La niña actuó en el cole y Jesús toreaba en Leganés, ¿no podía haber venido a verla? Luego la niña no quería verle, lo normal.-¿Hay alguien que influya en Jesús para que no vea a su hija?-Tiene 31 años y ya tiene que saber las decisiones que debe tomar, las que no supo tomar conmigo. Yo veo a mi hija y se me cae la baba, la verdad.-¿Y a ella la ves amargada?-La veo una mujer de su casa.-El otro día, Jesús fue agresivo con un periodista.-Jesús debería controlar a los periodistas que llama su mujer. Es la esposa del padre de mi hija y yo la respeto, nada más.
'El problema es que el padre de mi hija es un calzonazos'.
En la fiesta de Navidad de Andrea fueron los dos al colegio, pero luego no dejaste que María José subiera a tu casa.-Por supuesto, la dejé en el garaje. Ella viene al colegio con su marido y, cuando acabó la función, yo me fui. Se fueron a comer con Patricia y con Andrea. Entonces, al traérmela, Patricia llama y me dice: “Belén, que va a subir Jesús”. Y yo le dije: “Es que no quiero. Va a subir sólo el padre de mi hija. Que se quede en el garaje, ésa no sube”. A mi casa entra quien yo quiero.-¿Te consta que María José te pone verde?-Dice que estoy delgada, que salgo todas las noches...-¿Le has mandado una copia de estos análisis a ella?-No le tengo que mandar nada.-¿En el futuro, piensas mejorar tu relación con él?-Quien la tiene que mejorar es él. Yo estoy dispuesta a hablar desde hace cinco años.-Ella ha hecho gestos hacia ti, y tú siempre pones las fronteras.-Quiere bailar en dos aguas. Mi hija va sin pañales a su casa, ¿por qué se los pone? Si mancha las sábanas, pues que las laven. La niña va sin chupete, ¿por qué me la devuelven con él? Mi hija no me dice nada de lo que comenta su padre porque dice que no es cosa mía.-Jesús sufre cambios muy fuertes de carácter.-Creo que cuando hace eso es porque no está bien.-¿Le calientan la cabeza en casa?-Sí, mucho.-¿Su mujer?-Sí, porque él no ve los programas. Él ha cambiado mucho.-¿Crees que a María José le gustaría ir a los programas?-Le encantaría.-¿Qué crees que diría de ti?-Sería comedida.-¿Qué le dirías a la gente que dice que hablas por despecho?-Que tengo mis motivos.-Si María José no quiere nada con la prensa, ¿por qué posa?-El problema es que el padre de mi hija es un calzonazos.
Jesús Janeiro fue profeta en su tierra, Ubrique, donde toreó con motivo de la Feria de la Piel. Junto a Finito de Córdoba y El Fandi, el diestro triunfó en la localidad gaditana, donde cortó dos orejas e incluso salió a hombros. Muy feliz por el éxito de su marido, María José lució una gran sonrisa que sólo desapareció cuando, a la salida de la plaza, le preguntaron por las declaraciones que Belén Esteban había realizado en un programa de televisión. En las mismas, arremetía contra ella, y María José no dudó en defenderse: “Yo no vivo de mi vida pública, no voy a los platós de televisión porque no tengo necesidad”, afirmó, en clara referencia a la madre de Andrea, la otra hija de Jesús.
María José desea que Belén se serene.
Cuando le nombraron el cara a cara que le propuso Belén en televisión, dijo que “dos no se pelean si uno no quiere”. La periodista Carmen Pardo, que acudió a la plaza con María José, contó en “El programa de Ana Rosa”, del que es colaboradora, que Campanario está cansada de los ataques de Belén, pero que no va a hablar mal de ella por respeto a Andrea. Añadió que María José le desea lo mejor y que se serene.Además, estuvieron en la plaza con María José sus padres, Remedios y José, y su hija Julia. María José derrochó mimos con su niña y enseñó a su pequeña el arte de su padre. Julia, que el próximo 18 de abril cumplirá dos añitos, seguía con atención la faena.
