lunes, agosto 29, 2005

Tradiciones


Cada vez que ocurre alguna desgracia como la del tapón en el encierro de San Sebastián de los Reyes, yo me pregunto qué sentido tiene arriesgarse para nada en semejantes festejos.

Hay gente a la que se le llena la boca de “tradición” a la hora de defender la continuidad de actividades que, para algunos como yo, son un completo sinsentido. Otros se aferran al hecho de que es algo único en el mundo.

Parece ser que el hecho de que algo se haga únicamente en un lugar del mundo es suficiente razón para que se continúe haciendo de por vida. Esto me recuerda que hay un recóndito lugar de la Amazonía (¿o era en la Polinesia?) donde se llevaban a cabo unas reducciones de cabeza magistrales por parte de los Jíbaros. Tal vez debieran haber seguido con esa bella tradición en lugar de dejarse llevar por la corriente de la globalización. Otra tradición muy española era la de tirar las aguas fecales por el balcón al grito de "¡Agua va!" ¿Quién habrá permitido acabar con tan bella y plástica expresión de limpieza hogareña? Habrá que pedir a ZP que restituya la memoria histórica al respecto.

Hoy también me he enterado de que (ese "de que" es correcto) en cierto pueblo de Valencia (creo que era en Paterna) se jactan de tener las fiestas en las que se quema la mayor cantidad de petardos y artículos explosivos del mundo (¡trascienden las fronteras de España!). Como muestra de lo apasionantes que son estas fiestas cuyo disfrute hay que llevar a cabo pertrechados de unos trajes más gruesos que los de un astronauta, aparecía un caballero mostrando con gozo una “pequeña” quemadura de veinte centímetros cuadrados que casi le fríe la turgente lorza en la que se le produjo. Él era uno de los sesenta heridos a cuenta del maravilloso festejo.

Me encanta esta muestra generalizada de estupidez que clama por la conservación de tradiciones absurdas y peligrosas. Pero como luchar contra la necedad es muy complicado, intentaremos añadir nuestro granito de arena para incrementarla algo más: Propongo hacer encierros en los que los mozos corran desnudos delante de los elefantes y leones del circo de Ángel Cristo a los que se atará a la cola (al extremo de su espinazo, no a sus atributos sexuales) un buen lote de petardos de Paterna.
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martes, agosto 23, 2005

Papel Higiénico Húmedo: Más caro pero más limpio


Uno de los grandes inventos del hombre en lo que llevamos de Siglo XXI


Es el momento de romper una lanza en favor del papel higiénico húmedo ( ¿alguien sabe de dónde viene la expresión "romper una lanza" ?

Todos aquellos que sufrimos de hemorroides, sufrimos dolor durante la expulsión del bolo fecal o bien al limpiarnos. Ya que en lo primero es difícil que alguien nos alivie a no ser mediante cirugía, en lo segundo, la aparición del papel higiénico húmedo ha supuesto el ver la luz al final del túnel. La suavidad del mismo y el frescor que proporciona hace que aquellos momentos difíciles del limpiado hayan terminado de una vez por siempre.
El peso anal debido a los paquetes hemorroidales queda aliviado ante el paso por susodicha zona de la toallita fresquita e impregnada en aloe vera, camomila o sustancia similar que facilita la limpieza amén de proporcionar un frescor agradabilísimo.
Además, no debemos olvidar que todos aquellos que padecemos de hemorroides, debido a la salida del paquete hemorroidal, al paso del bolo fecal, es harto posible que partículas microscópicas de materia fecal se alojen en el mismo, lo cual debido al calor de la zona y a los movimientos a que se ve sometida, se incremente el número de bacterias que contienen esas partículas y ocasionan rascado. Con el papel higiénico húmedo, se garantiza una limpieza total que ya quisiera Mr Proper, Don Limpio, el Mayordomo del Algodón o cualquier otro.
No hemos de olvidarnos además que la probabilidad de aparición de "tarzanetes" es prácticamente nula, pues no olvidemos que éstos se forman mediante la agrupación de residuos fecales y trozos de celulosa de los que que el papel higiénico tradicional está compuesto. Así, no nos veremos sorprendidos por estos visitantes inoportunos.
Ciertamente, la sensación de limpieza es tan grande que es imposible que te sorprendas como con el papel higiénico tradicional con la típica "fuga" marrón que suele aparecer en el slip a la altura del ano. Si te limpias bien, siempre podrás ir tranquilo pues tus slips ( doy por supuesto que todos los lectores de este blog son personas de bien y sólo usan slips y no los incómodos boxers ) estarán limpios y fresquitos.

Nada más, sólo quería compartir con vosotros este momento de felicidad en el que me encuentro tras conocer y usar el papel higiénico húmedo, lo cual provoca que grite a los cuatro vientos:

¡Viva Conchita Bautista!
¡Viva Jaime Morey!
¡Viva Angel Cristo!
¡Viva Agata Lys!
¡Viva Mª Dolores Pradera!

miércoles, agosto 17, 2005

¿Tonto el que no lea?

Según he leído en un artículo de Juan Carlos Girauta en Libertad Digital (¿por qué se parecerá tanto ese nombre al de nuestro blog?), tras reconocer Victoria Adams que nunca ha leído un libro (tal afirmación me parece exagerada por su parte ¡Alguna cosilla encuadernada habrá leído la mujer!), ha habido gente que ha mostrado su perplejidad ante tal hecho.

Reconozco que a mí me parece extraño que alguien de más de veinte años no haya leído nunca un libro pero me temo que no es algo tan extraño mi tan terrible. Es probable que leer, viajar y, en general, interesarse por cosas que otros hacen, sea enriquecedor y, habitualmente, contribuya al crecimiento de las personas, pero el no hacerlo no tiene por qué (ese “por qué” es separado, por si algún listillo creía haberme pillado) indicar un grado de necedad de tamaño gigante.

Es probable que la señora Adams sea una completa necia, o quizá no, pero si no le gusta leer libros, que no los lea. A mí no me gustan ni el queso ni el vino y no los tomo a pesar de sean considerados por muchos el mayor de los placeres gastronómicos. A lo mejor le encanta hacer cortometrajes y tiene más arte en eso que el gran Almodóvar.

Hay gente que goza leyendo el Quijote, hay quien lo lee únicamente porque es el año de su enésimo centenario y quien pasa de leerlo porque prefiere el último “best seller” de Dan Brown. Hay quien disfruta con las poesías de Gloria Fuertes y hay quien se parte de risa pensando que eso pueda ser considerado arte. Lo mismo pasa con la pintura y con cualquier otra manifestación artística. En resumen: las obras de arte literario, pictórico, escultural, cinematográfico, teatral, musical o escatológico (que de todo hay) no tienen por qué ser del agrado de todo el mundo, por lo tanto, el que alguien reconozca su falta de sintonía con alguna de ellas no tiene por qué implicar ignorancia o necedad (ésta última es inherente a todos los seres humanos, no lo olvidemos) de quien tal cosa reconoce.

Como esto no sirve para meterse con ZP, también pueden ustedes hablar del accidente del helicóptero en Afganistán, de la invasión al recinto del chalet de Pedro Jota por parte de algunos barrigudos encabezados por un necio de Ezquerra Republicana, de la eliminación de subvenciones a las instituciones que no sean monolingües en catalán (en el mini-estado "catalá", no en el “resto del estado”) o de lo que a vuesas mercedes les plazca.

jueves, agosto 04, 2005

El botellón o el ritual de la estupidez

Anoche, durante mi sesión de audición radiofónica a la espera de conciliar el sueño, detuve el dial de mi radio en un programa en el que se debatía sobre un tema tan habitual como los OVNIS, las drogas, el “seso” o el cambio climático. La charla versaba sobre eso que para muchos es una especie rito sagrado, para otros una forma de ahorro, para otros una pesadilla y para otros (como yo) una solemne majadería: El botellón.

Consumir alcohol sin freno siempre me ha parecido una gran estupidez, ya se haga dentro de un local o en la calle. Estoy un poco harto de que, de modo sistemático se asocie diversión con alcohol (aderezado con unos cuantos “petas” y lo que se tercie, que ya sabemos que “hay que probarlo todo”). De entre los botelloneros hay gente aceptablemente sensata que reconoce claramente que hace botellón porque quiere emborracharse del modo más barato posible (¡Viva su sinceridad!). Otros intentan revestir la estupidez de ese acto con argumentaciones falaces que le den un aire trascendente o que lo hagan parecer una expresión sublime de cultura popular.

La justificación más habitual del botellón suele ser esa de que es la única manera de poder divertirse sin gastarse demasiado dinero. Y yo me pregunto ¿Quién ha dicho a esta masa de descerebrados con hígado en proceso de hacerse paté que divertirse es equivalente a beber? Es más ¿quién ha decidido que sólo se goza reuniéndose alrededor de un maletero lleno de cocacolas, ginebras, rones y, por supuesto, reggaeton sonando a todo volumen?

Otra de las memeces que he podido escuchar es esa de que: Haciendo botellón te relacionas con mucha gente. ¿Pero qué tipo de relación se puede fraguar con gente cuya única meta es “pillar un buen pedo lo antes posible y por el menor precio”? (tal vez una relación “sesual” de esas que luego no se recuerdan).

En cualquier caso nada de esto me molestaría si los detritus generados por esta “expresión cultural” de nuestro tiempo se quedaran en las casas de los protagonistas del ritual botellonero, pero la realidad es que, cuando uno pierde el control por exceso de alcohol en la sangre, lo último que se le ocurre es recoger su basurita y tirarla en el contenedor más cercano (¡a veces no pueden controlar ni dónde hacen su caquita!).

¿Qué pensaría el Caudillo de todo esto? ¿Aprobaría Doña Carmen que su nieta Carmencita hubiese hecho botellón?

miércoles, agosto 03, 2005

Debates agostados

Es agosto y parece que el letargo veraniego llega incluso a este foro de intensos y necios debates. Parece que hablar de Frijolito, Bustamante o El Grand Prix de Ramón García no suscita el interés de nuestros colaboradores habituales. Tal vez si hubiésemos hablado de los incendios, de la sequía, del aumento del paro, de los atascos de Madrid (¡incluso en agosto!), hubiésemos conseguido desencadenar una intensa polémica sobre si la culpa de todos los males que nos aquejan la tiene ZP o, por el contrario, todo es culpa de la oposición intolerante y desmesurada de Rajoy. Pero hoy, ante la falta de iniciativa de los redactores de este absurdo blog, solicito a los sufridos lectores y colaboradores que hagan gala de su imaginación y gran capacidad para la polémica y se lancen sin pudor a proponer temas de debate para poder dejar patente, una vez más, nuestra gran capacidad para llevar la estulticia a la web.