¿Tonto el que no lea?
Según he leído en un artículo de Juan Carlos Girauta en Libertad Digital (¿por qué se parecerá tanto ese nombre al de nuestro blog?), tras reconocer Victoria Adams que nunca ha leído un libro (tal afirmación me parece exagerada por su parte ¡Alguna cosilla encuadernada habrá leído la mujer!), ha habido gente que ha mostrado su perplejidad ante tal hecho.
Reconozco que a mí me parece extraño que alguien de más de veinte años no haya leído nunca un libro pero me temo que no es algo tan extraño mi tan terrible. Es probable que leer, viajar y, en general, interesarse por cosas que otros hacen, sea enriquecedor y, habitualmente, contribuya al crecimiento de las personas, pero el no hacerlo no tiene por qué (ese “por qué” es separado, por si algún listillo creía haberme pillado) indicar un grado de necedad de tamaño gigante.
Es probable que la señora Adams sea una completa necia, o quizá no, pero si no le gusta leer libros, que no los lea. A mí no me gustan ni el queso ni el vino y no los tomo a pesar de sean considerados por muchos el mayor de los placeres gastronómicos. A lo mejor le encanta hacer cortometrajes y tiene más arte en eso que el gran Almodóvar.
Hay gente que goza leyendo el Quijote, hay quien lo lee únicamente porque es el año de su enésimo centenario y quien pasa de leerlo porque prefiere el último “best seller” de Dan Brown. Hay quien disfruta con las poesías de Gloria Fuertes y hay quien se parte de risa pensando que eso pueda ser considerado arte. Lo mismo pasa con la pintura y con cualquier otra manifestación artística. En resumen: las obras de arte literario, pictórico, escultural, cinematográfico, teatral, musical o escatológico (que de todo hay) no tienen por qué ser del agrado de todo el mundo, por lo tanto, el que alguien reconozca su falta de sintonía con alguna de ellas no tiene por qué implicar ignorancia o necedad (ésta última es inherente a todos los seres humanos, no lo olvidemos) de quien tal cosa reconoce.
Como esto no sirve para meterse con ZP, también pueden ustedes hablar del accidente del helicóptero en Afganistán, de la invasión al recinto del chalet de Pedro Jota por parte de algunos barrigudos encabezados por un necio de Ezquerra Republicana, de la eliminación de subvenciones a las instituciones que no sean monolingües en catalán (en el mini-estado "catalá", no en el “resto del estado”) o de lo que a vuesas mercedes les plazca.
6 Comentaios:
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Nuestro amigo Tarzanete ha puesto el dedo en la llaga: ¿Qué se considera lectura?
Yo voto favorablemente por considerar como lectores a los forofos de las revistas del corazón (incluso a los que sólo leen los pies de foto). La lectura de etiquetas del champú o del detergente (las de Colón son muy entretenidas) yo no las tendría en consideración porque son el resultado del hastío que causa estar apretando sin éxito "depositivo", vamos, que en el retrete se lee para olvidar la falta de fluidez intestinal, no por el gusto de leer.
Respecto a las lecturas favoritas de Doña Carmen, no tengo la información pertinente, pero lanzo desde aquí un llamamiento a Cañita Brava que es lo más parecido a su biógrafo con lo que contamos.
Yo pienso de que soi una persona kulta y reconozco de que no leo nada mas que libertaz-diodenal y los precios de los produztos del DIA. Con eso y un rato ollendo la SER otro rato ollendo la COPE, un capitulo de Frijolito y un programa de Patricia, tengo suficiente para ser culto.
Bamos ke lo ke tenia ke leer ya lo lei en mis duros años en la EGB frankista, y lo ice por imposicion de los profesores fascistas de aqueya epoca. Aora soi libre y ago lo que me parece bien, asin de que segire sin leer.
Seguro que despues de leer mi interbencion, con la calidad que tiene, nadie se habria dado cuenta de lo poco ke leo sino lo habria dicho yo. (asta pongo puntos y comas. Los acentos son un recuerdo del pasado y no acen falta).
La pobre Victoria debería haberse aprendido tres títulos de grandes libros con sus respectivos autores, se lee los resúmenes de detrás y listo. Eso es lo que hacen la mayoría de los famosotes. Si os fijáis, siempre que les preguntan por sus libros favoritos responden al instante, sin pensárselo ni un poco…eso me huele a preparado para no caer en el ridículo. Yo de vez en cuando leo algún libro que otro y en muchas ocasiones no me acuerdo del autor de dicho libro, es algo que no considero importante, lo importante es el contenido, no el creador de dicho contenido, pero el no aprenderme el autor de los libros que leo me ha hecho quedar en muchas ocasiones como un ignorante delante de cretinos que se aprenden títulos y autores y no leen el libro.
Sé que se me ha ido la cabeza, pero es temprano, me acabo de levantar y estoy delante de la pantalla de mi “duro” trabajo a punto de quedar dormido:(
Se me olvidaba firmar mi aportación anterior, soy ReaggaetonMan, como veis ya tengo tantas ansias de notoriedad como Meteorismo;)
¡Eres grande ReggaetonMan! A mí me pasa lo mismo que a ti, suelo olvidar, no sólo el autor de los libros que leo sino también el título. De hecho hoy he comenzado a leer una nueva novela y acabo de mirar el nombre de su autor porque creo que ni lo había mirado antes de empezar con el libro. Realmente me importa un pito quién haya escrito el libro. Como no sé nada sobre la vida e historia del escritor, su nombre no me aporta absolutamente nada.
Lo que sí es penoso es que, nada más concluir la lectura de una obra (queda más elegante decir obra que libro), casi no recuerdo la trama de la misma. ¡Serán los problemas de llegar a viejo!
¡Ánimo y a seguir manteniendo el tipo frente al ordenador! Si trabajas donde creo que trabajas, no me extraña que estés a punto de quedarte dormido, yo lo hacía a diario cuando trabajé allí y aún mantengo esa sana costumbre del cabeceo en mi nuevo puesto de trabajo.
Publicar un comentario
<< Home