domingo, febrero 18, 2007

Libertad Diodenal ahora se escribe sin guión

Hace unos cuantos meses, a causa de mi intento de migrar este blog a la versión beta de Blogger, Libertad-Diodenal quedó sin posibilidad de añadir artículos nuevos o comentarios a los existentes. Por ello creé el nuevo libertaddiodenal.blogspot.com, (la misma dirección pero quitando el guión intermedio), así que a los que aún no se hubieran enterado del cambio, les informo de ello ahora que, misteriosamente, nuestro antiguo y querido blog ha vuelto a la vida.

Saludos cordiales a todos los que han seguido visitando este foro de necedad y esparcimiento a pesar de no actualizarse.

Visitad el nuevo libertaddiodenal ya mismo. Difundamos la estulticia por todo el mundo.

sábado, diciembre 09, 2006

Sandeces navideñas



Ya están aquí las Navidades, esas entrañables fechas en las que tanta gente enloquece por distintas razones. A saber:

1-Pensar en qué regalar a familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos…

2-Pensar a qué casa ir a gorronear cena en Noche Buena, comida en Navidad, cena en Noche Vieja y comida en Año Nuevo sin que nadie se moleste.

3-Pensar excusas para no asistir a ciertas cenas laborales sin que piensen que uno es un rata o un insociable o que tiene algo contra los que la organizan.

4-Pensar en las razones que puedan tener ciertos amigos para no invitarte a su cena (a pesar de que te han ahorrado tener que pensar una excusa para no asistir).

5-Ensayar reacciones de sorpresa y agrado para ponerlas en práctica al recibir regalos absurdos y/o inútiles.

6-Preocuparse por todo lo que se va a engordar comiendo más de la cuenta (también se puede engordar sin comer un Whopper doble o XXL).

7-Preparar algún viaje a donde sea porque las vacaciones están hechas para irse de casa (¿para qué se gasta la gente tanto dinero en poner sus casas a todo plan si a casi nadie le gusta pasar más de un día seguido en ellas?).

8-Llegar a tiempo de ver el mensaje de Su Majestad el Rey en Noche Buena (yo siempre me lo pierdo y luego me paso el resto de las fiestas con remordimiento por ello).

Es una pena que mi imaginación no haya dado para enumerar diez puntos. Ya no podré hablar de un “decálogo” de problemas navideños.

Yo, por ser el extraño personaje que soy, no tengo problema con los regalos (no regalo nada a nadie y no me importa nada no recibir regalos), tampoco lo tengo con la elección de sitio para cenar o comer en los días señalados: Si me apetece ir a casa de mis padres, voy, y si no, no voy. Con las cenas laborales tampoco tengo problemas, la gente sabe de mi excentricidad y tolera mi tendencia al autismo.

Sobre lo de las cenas, no obstante, tengo que decir que me resulta incomprensible la facilidad con que la gente paga cuarenta o cincuenta euros para que les llenen los platos con mucha más comida de la que nadie puede tolerar y para emborracharse con vinos carísimos (yo diría que, puestos a abusar del vino, mejor que sea barato porque, a partir del tercer vaso dudo que se aprecien las maravillosas cualidades de un “crianza”).

También me resultan divertidas las tensiones que se crean cuando uno se entera de que no ha sido invitado a una cena de grupo, aunque la amistad con ese grupo sea discutible o, sencillamente inexistente. Algunos querrían ser invitados a cualquier evento de grupo que se convoque en su entorno laboral, aunque sólo sea para rechazar la invitación.

Sobre el tema de las cenas navideñas también se puede hablar de esos que andan todo el día diciendo eso de “tenemos que organizar la cena de Navidad”, pero nunca proponen nada pero, cuando alguien, con su mejor voluntad, propone sitio y fecha, siempre tienen alguna pega que poner y, si finalmente se hace la cena, se pasan todo el rato criticando el sitio, el menú y el modelito que lleva la gente.

Y como ya me he extendido más de la cuenta, corto el rollo para dejar que se desencadene uno de nuestros debates inconexos.

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jueves, noviembre 30, 2006

Mi trabajo es un petardo

Cada vez que cambio de empresa o de proyecto (palabra rimbombante con la que definimos los informáticos las tareas que se nos encomiendan), me pregunto si por fin habré dado con algo que me satisfaga (aunque sólo sea un poquito), pero a los pocos días (a veces el primero) me doy cuenta de que no, las cosas siguen siendo un desastre y yo me siento incapaz de contribuir a cambiarlas.

Esa inquietud me mueve a seguir buscando lo que tal vez no exista (me parezco a ZP en su búsqueda de esa quimérica paz negociada con ETA) y, con ayuda de esa gran herramienta que es infojobs.net (y otras muchas), me basta actualizar mi currículum y, dependiendo de cómo se comporte el mercado, me llaman sin más o hay que dedicarse a buscar ofertas que a uno le satisfagan. El caso es que de las ofertas que veo no me satisface ninguna porque en todas ofrecen cosas muy bonitas que no tienen nada que ver con la realidad o que son, sencillamente, bobadas (posibilidad de desarrollo personal y profesional, excelente ambiente de trabajo, etc.) y solicitan otras no menos necias (gente con ilusión, con ganas de aprender, proactivas, etc.).

La verdad es que, dada la bonanza económica que vivimos (gracias a nuestro gobierno de progreso, por supuesto), ahora basta actualizar el currículum para que haya alguien que te llame para concertar una entrevista. Uno se siente como si fuera un artista de éxito, se te rifan. En mi caso, con los catorce años de experiencia que avalan mi gran profesionalidad (eso debería decirlo en las entrevistas, pero opto por reconocer mi gran incompetencia y así me va), los entrevistadores se emocionan al ver la interminable lista de conocimientos que mi currículo enumera, pero cuando les digo que eso que hay escrito no es una lista de lo que sé sino de lo que he hecho en mi vida, se desdibuja su sonrisa. No obstante, ellos siguen preguntando cosas, pero ya con un tono más distendido, quizá porque ya saben que no soy su candidato ideal (la capacidad de mentir suele ser una virtud muy valorada en el entorno laboral) y no necesitan ponerme a prueba para ver cómo reacciono ante situaciones tensas.

A partir de ahora intentaré aplicar las técnicas que he aprendido de tantos y tantos maestros en paripé que he tenido a lo largo de mi vida y ya os contaré los resultados.

martes, noviembre 21, 2006

Largo, duro y difícil

Llevamos ya unos meses con el tema del famoso “proceso de paz” con ETA y a cada escollo que surge en el mismo (¿ha habido algo que no haya sido un escollo?) nuestro presidente y nuestra vicepresidenta espetan con gran dignidad algo así como: “Se dijo al comenzar el proceso de paz que éste sería largo, duro y difícil”.

Ciertamente. Se dijo tal cosa, se repite y se repetirá una y mil veces pero, yo me pregunto, ¿de verdad basta con eso para seguir adelante con esta birria de proceso?

Como decía hoy en algún otro blog o en alguna charla con los amigos, si esa frasecita la colocamos delante de cualquier cosa que pretendamos hacer, podremos siempre justificar nuestros repetidos fracasos diciendo que ya anunciamos que “el proceso sería largo, duro y difícil”.

A pesar de lo ocurrente de la frasecita y de su gran valor para justificar imposibles, a mí me gustaría que me dijesen de una vez en qué consiste ese proceso tan largo, duro y difícil y, a la vista de lo bien que se están portando los malos (solo roban armas, azuzan a sus chavales para hacer el salvaje en las calles y amenazan al gobierno con su habitual chulería). Me cansa tanto rollo con eso de que lo que se haga tendrá como límite la ley y la constitución y que, finalmente, sigan sin decir ni una sola cosa de las que se ofrecerán a cambio del abandono de la violencia y de las armas. En cambio, lo que pide ETA lo sabemos todos muy bien. Ellos no ocultan nada de nada (¡qué grandes son!).

El caso es que, a pesar de lo poco que sabemos, la palabra paz (pronunciada con solemnidad por Don José Luís) parece ser suficiente para una gran masa de españoles (o personas que habitan en España aunque no quieran ser españoles) que, aún sin saber ningún detalle de lo que se negociará, aplauden enfervorizados el “largo, duro y difícil” trabajo que nuestro paladín está haciendo.

Y tras este discurso sólo me queda proponer unos vítores para que veáis que, a pesar de mis diferencias con ZP, yo también lo admiro:

¡VIVA ZP!
¡VIVA LA PARIDAD!
¡VIVA LA ALIANZA DE CIVILIZACIONES!

sábado, noviembre 18, 2006

Kashuma ataca de nuevo

Kashuma (o cómo quiera que se llame nuestro simpático japonés) ha vuelto a actuar. Su nueva víctima, Nacho, ha aportado un nuevo comentario al artículo de mayo en el que glosaba mi experiencia con el músico japonés con coleta.

Al parecer Kashuma ha timado a nuestro amigo (toda mi solidaridad para contigo, Nacho) en la zona de Carabanchel. Por lo que sabemos hasta ahora, llevamos identificadas tres víctimas: Una en la zona del barrio de Salamanca (por Goya), otra (yo mismo) en Valdebernardo, y la tercera en Carabanchel. Hay otros dos que informaron de haber sido timados o conocer a alguien que lo fue, pero no dan detalles del lugar.

Lo pintoresco de nuestro timador hace improbable que repita zona, así que en esos tres barrios no creo que haya peligro. Desde nuestro blog avisamos al quienes pululan por otros barrios para que estén ojo avizor por si un japonés con coleta y la dentadura un tanto amarillenta (¡El tabaco es muy malo!) intenta aprovecharse de su bondad.

Quién sabe si, en algún momento, este simpático timo trasciende a los medios de comunicación y las víctimas acabamos sentadas en el sillón de Patricia (la de “El diario de Patricia”). Aunque, bien pensado, lo mejor sería que acabásemos siendo entrevistados por Emma García en “A tu lado” o por Cantizano en alguno de sus múltiples programas (según creo pagan mejor). Incluso podrían ponernos el polígrafo para que “toda España” (casi todo el que sale en la tele tiende a pensar que lo ve toda España ¡Qué ególatras solemos ser!) sepa que nuestra historia es verídica.

Estimado Nacho, si vuelves a ver a Kashuma dale recuerdos de parte del calvo de Valdebernardo y dile que, a pesar de que me timase, no le guardo rencor porque gracias a él he pasado momentos gozosos relatando mi aventura y comprobando la hilaridad que generaba en mis interlocutores.

P.D.- Si os animáis podemos fundar una asociación de víctimas de Kashuma. Podemos registramos como ONG y es probable que alguna subvención nos caiga. Después de todo lo de “Kashuma” suena a huracán o tormenta tropical, así que seguro que si abrimos una cuenta corriente tendremos benefactores a mansalva. Incluso podríamos conseguir que alguien organizase un tele-maratón para recaudar fondos para nuestra causa. Hablaré con Leticia Sabater para ver si quiere presentarlo en Canal 7.

ACTUALIZACIÓN 13-05-2010

Han tenido que pasar cuatro años de actividad timadora de nuestro amigo, pero, al final ¡Kashuma ha sido atrapado! Nuestro intrépido amigo Agustín, ayudado de un confidente que localizó al japonés de los dientes amarillos, pudo dar caza al músico timador y ponerlo en manos de la policía. Podéis leer la historia aquí.

¡VIVA LA ACCIÓN CIUDADANA!

jueves, noviembre 09, 2006

Paridad en las señales de tráfico (¡Qué memez!)



La memez de algunos de nuestros políticos llega a grados tan desorbitados que a veces siento que Libertad-Diodenal es un club de eruditos cuando comparamos nuestra necedad con la de los mencionados gestores públicos.

Jamás hubiese podido pensar que a alguien pudiera ocurrírsele una idea tan sumamente estúpida como la de llevar la "paridad de sexos" a las señales de tráfico. Pero sí, eso que oís ha ocurrido en el Ayuntamiento de Fuenlabrada, y encima parece que están orgullosos de su logro.

Los monigotes que aparecen en las señales son figuras esquemáticas, simbolizan personas y, que yo sepa, las personas pueden ser hombres y mujeres (de la orientación sexual que les dé la gana). ¿A quién le importa que el monigote lleve falda o pantalón, calva o coleta? ¿Pero es que nos hemos vuelto locos?

Lo que más me asusta es que, después de hacer realidad le estúpida idea de un memo (arropado por la mayoría de los concejales del ayuntamiento, memos también), a alguien se le ocurrirá decir que esas figuras tienen estilo occidental y que no reflejan la realidad islámica porque las mujeres de esa religión no lucen coleta ni falda tan corta. Y como la memez es algo que crece día a día, habrá quien supere en estupidez a los anteriores "genios" y se invente una nueva variedad de señales en las que aparezcan mujeres con velo y hombres con turbante y barba.

Y, siguiendo con esta realimentación estulta, alguien propondrá que se coloreen las figuras con banderas de las distintas nacionalidades (mundiales y autonómicas) de todas las personas que, ocasionalmente, pueden circular por las calles de esa ciudad (la bandera arco iris del colectivo homosexual también tendrá cabida, claro).

Yo no sé si es que vivimos demasiado bien y ya no sabemos qué inventar para estar ocupados o si, por el contrario, los problemas son tan graves y complejos de solucionar que quienes consiguen un sueldo de concejal, diputado, senador o algún otro cargo político, ante la incapacidad de resolver nada, optan por dedicarse a marear la perdiz con gilipolleces como la que hoy nos ocupa o con otras como poner multas a quienes no rotulen los carteles de sus establecimientos comerciales en el idioma que decida el simpático de turno (eso pasa en Cataluña según creo).

Amigos de Libertad-Diodenal, la estulticia está de moda, detallad en vuestro currículo todas las tonterías que hayáis hecho en vuestra vida y, tal vez, podáis llegar a puestos administrativos bien remunerados.

Buscando cosas relativas a esta iniciativa tan "revolucionaria" he encontrado otra que han ideado en Dinamarca en la que también se asocian señales de tráfico y mujeres, no obstante me temo que este método de llamar la atención de los conductores no sería bien visto por los amantes de la "paridad".

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lunes, octubre 30, 2006

Risto, el juez malvado de OT



Este año le han querido dar a Operación Triunfo un toque de maldad contratando para el jurado a Risto Mejide. Al parecer es un creativo o publicista o algo de eso. El caso es que, como podréis comprobar en el vídeo que preside el artículo de hoy, está claro que le ha tocado desempeñar el papel de malo. ¿Será por eso que no se quita las gafas de sol?

Como en la televisión casi todo es mentira (lo del “casi” es porque de vez en cuando sale Aznar diciendo cuatro verdades, aunque les pese a algunos), no sé si el simpático Risto se limita a interpretar el papel que le han encomendado o si, por el contrario, le han dejado plena libertad y, en el ejercicio de la misma, él opta por decir las típicas vaguedades (“no veo un producto”, “el artista es algo más”, etc.) y sandeces a las que, por cierto, asienten con gran pesar (supongo que también será fingido) los compungidos concursantes.

Sean parte del guión o producto de sus más íntimas convicciones, lo que hay que reconocer es que, un poco de crueldad siempre atraerá la atención del público, por lo menos de ese tipo de público, como yo, que busca algo de mala baba entre tantos abrazos, besos y lágrimas que, por no sé qué misteriosa razón, tanto se prodigan en esos concursos en los que hacen convivir a unos cuantos desconocidos.

¡VIVA RISTO! (¿Será tan necio como parece?)