Acto de contrición

Parece que, a pesar de la tan cacareada libertad de expresión, esa de la que gozó Pepe Rubianes para decir cosas tan bellas como "que se vayan a tomar por el culo estos españoles", o estas otras "Ojalá les exploten los cojones (a los españoles) y vayan al cielo sus cojones", no puede ejercerla el Papa para citar “barbaridades” como las que escribió el rey bizantino Manuel II Paleólogo en su libro “Diálogo con un persa”. A saber:
"Muéstrame lo que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su indicación de difundir por medio de la espada la fe que predicaba".

¡Qué horror! ¡Cómo ha podido ocurrírsele al Papa citar esa frase! ¿Es que nadie le ha dicho que debemos tener cuidado en el ejercicio de nuestra libertad de expresión para no ofender a quienes se enfadan por todo?

Que se meta con Aznar o con los que votan al PP. Bush, también conocido como Mr. Danger, es un candidato perfecto como destinatario de invectivas gratuitas. Incluso puede meterse con ZP porque, como bien sabemos, es una persona altamente tolerante y propensa al diálogo. Hasta Castro, Chávez o Evo Morales aceptan con deportividad las burlas y críticas que se les hacen.

Podría haber hablado o criticado cualquier cosa, pero tuvo que hablar de Mahoma... ¡A quién se le ocurre! La ofensa ha sido terrible y, claro, la respuesta no se ha dejado esperar: Unas cuantas iglesias quemadas y una religiosa muerta y, como colofón final, una “jornada de ira” para este viernes. ¡Justo castigo a tan grave ofensa! Así aprenderemos a comportarnos.

Que nadie se preocupe por la jornada de ira del viernes porque el Ulema Yusef al Qaradaui ha pedido que la ira no se exprese con violencia hacia templos o personas cristianos. Supongo que se contentarán con fruncir el ceño y poner cara de enfado ante las cámaras de las televisiones de todo el mundo que, sin duda, estarán ahí para mostrar a los occidentales todo el daño que el líder espiritual de los católicos ha provocado en el mundo islámico.

Sé que el Papa, como representante máximo de la Iglesia Católica, es un ser malísimo (pero que muy malo) y seguramente no se merezca tantas muestras de apoyo como Pepe Rubianes, pero alguna camisetita con la letanía “Todos somos el Papa” no habría estado mal. Más que nada para que los defensores de la libertad de expresión a ultranza, mostrasen que defienden la libertad de expresarse de cualquiera, y no solo la de los “buenos” (como Rubianes).

Y, ya para terminar, si he molestado a alguien, le pido disculpas de antemano y si el ofendido estima que debo retirar algún párrafo de mi artículo, le ruego que me informe de ello y, con mucho gusto, lo retiraré ¡Faltaría más! Renunciaré a lo que sea con tal de conseguir la paz mundial (esta es mi forma de apoyar la Alianza de Civilizaciones).