Manifestaciones

No sé quién decidió arriesgarse, pero el caso es que las últimas manifestaciones convocadas por instituciones más bien cercanas al PP han tenido un éxito increíble (según los medios que se consulten, claro). Lo de tomar la calle, hasta ahora, parecía dársele mucho mejor a los grupos “progresistas” (lo pongo entre comillas porque no tengo claro qué se entiende por progreso), pero el caso es que, no sé si a causa del buen tiempo (excesivamente caluroso tal vez), por sintonía con lo que se defendía en las manifestaciones o por simple rechazo a nuestro bienamado ZP, muchos miles de personas han salido a agolparse en la calle para que ZP les viese.

Deducir del hecho de que salgan unos cientos de miles (incluso algún milloncete que otro) de personas a la calle que “la ciudadanía” demanda tal o cual cosa, me parece una simplificación excesiva de las cosas. No diré que ningún manifestante defienda los lemas de las distintas manifestaciones (seguramente lo hagan muchos), pero sí me inclino a pensar que, así como intuyo que a las manifestaciones por el caso Prestige o a causa de la guerra de Irak iba mucha gente con más ganas de hundir al gobierno pepista que por solidaridad con los peces y los cormoranes o con los iraquíes, en el caso de las últimas manifestaciones me da a mí que la chispa que ha movilizado a muchos de los que han salido a la calle tiene mucho más que ver con desprestigiar a ZP (si es que se le puede desprestigiar más de lo que él lo hace) que con evitar que se negocie con ETA o que los homosexuales sean casados por Gallardón.

Y, para terminar, diré que, debido al caótico estado del tráfico en Madrid a causa de los cientos de obras (¡qué bonito quedará Madrid cuando acaben!) que hay en marcha, propongo postergar cualquier nueva manifestación hasta después de las olimpiadas del 2012.